Normalmente las cerraduras vienen de serie con las puertas o cerramientos. Por lo que la mayoría de mortales, no nos preocupamos por este elemento indispensable. La misión básica de las cerraduras, no es otra que proporcionar seguridad. Aun así, no ponemos especial atención a esta parte de las puertas. Aspecto que debería cambiar. Hasta que no surge un imprevisto, se rompe la cerradura, se atasca o alguien la fuerza, no solemos plantearnos un cambio y, ya que cambiamos, prestamos atención a otros aspectos.
Con la idea de que sepamos algo más sobre las cerraduras y como elegir la más adecuada llegado el caso, escribimos este artículo. Aunque deberíamos tener en cuenta otras cuestiones para decidirnos a cambiar la cerradura de la puerta, normalmente el cambio se lleva a cabo por un intento de robo. El noventa por cien de los cuales, se lleva cabo a través de la entrada principal de la vivienda. Una buena cerradura, es perfectamente capaza de impedir un robo, siendo un elemento disuasorio, puesto que de no conseguir forzar la cerradura en pocos minutos, los ladrones, desisten.
Tanto si has sufrido un robo, como si solo ha sido un intento o, simplemente porque quieres mejorar la seguridad del hogar o, cambiar la cerradura por la razón que sea, no está de más tener en cuenta algunos consejos para elegir la mejor opción.
Para los profesionales de la cerrajería, encontrar la mejor cerradura, la que mejor se adapte a las necesidades del cliente y al tipo de puerta en la que se va a instalar, es la prioridad. Pero saber todo lo necesario al respecto, ayuda a que el instalador tome la decisión más acertada, del mismo modo que si la cerradura la quiere instalar uno mismo. En definitiva, la mejor manera de garantizar un buen resultado y una buena elección, es tener conocimiento sobre cerraduras.
La cerradura y sus partes
Podemos lanzarnos a la aventura de comprar una cerradura por su aspecto. Así sin más. Aunque es mejor, antes de elegir una cerradura u otra, conocerlas un poquito. Los expertos en cerrajería y cerramientos de Spadico, nos cuentan como familiarizarse con este elemento, por lo que vamos a comentar sus partes:
- Encargado de mantener la puerta cerrada aunque no se eche la llave.
- Lugar donde se encuentra la varilla con los lados rectos (cuadradillo), en los que se inserta la manilla desde una de las caras de la puerta.
- Hueco de cilindro o bombín. Esta parte suele comprarse por separado, en función de las dimensiones que tenga la cerradura y el nivel de seguridad que se requiera. Deben ser de la misma anchura que la puerta e incluir la leva.
- Escudo de seguridad. Este elemento es opcional. Se trata de una pieza que se sitúa en el exterior de la puerta, rodea el bombín y ayuda a reforzar la seguridad, evitando la extracción del bombín.
- Pieza decorativa que se coloca en el interior de la puerta, justo sobre el cilindro.
- Bulones de seguridad. En función del tipo de cerradura, lleva más menos cierres.
- La parte de la cerradura que se fija al marco de la puerta, lleva este nombre, se trata del espacio en el que se encaja el pestillo y los bulones.
- Todos sabemos lo que son, vienen incluidas con el cilindro, por lo general con tres o cinco copias, siendo de diferentes tipos, desde llaves de puntos, hasta paletas. Existen llaves con diversos niveles de seguridad.
Una cerradura se compone de todas estas partes, por lo que se trata de un mecanismo que, aun siendo simple, puede conllevar cierto grado de complejidad, a razón de la seguridad que ofrezca.
A la hora de elegir cerradura, hay que tener en cuenta dos aspectos: el tipo de puerta donde se va a colocar y el grado de seguridad deseado. Esto conlleva el hecho de tener que considerar otra serie de aspectos, como si se trata de una puerta de interior o de exterior, el material en el que está fabricada (madera, vidrio, aluminio…). Otro factor importante es conocer si la puerta es derecha o izquierda. Solo hay que ponerse frente a ella y comprobar si las bisagras están colocadas a la derecha o a la izquierda. Si están al lado derecho, la cerradura será derecha y, lógicamente, si se encuentran a la izquierda, la cerradura, será izquierda.
Con todo esto, solo queda determinar el grado de seguridad que queremos proporcionar a la puerta. Puede ser básica, media o alta. Ahora pasamos a los diferentes tipos de cerradura que podemos encontrar y colocar en nuestras puertas.
Dos categorías, diferentes tipos
El mundo de las cerraduras es todo un universo que parte de dos grandes categorías. Bueno, no es para tanto, pero sí existen diversas opciones. Las grandes categorías son las cerraduras de empotrar y las de superficie.
Las cerraduras de empotrar van embutidas en el interior de las puertas, estando su cerradero en el lado interior del marco de la misma. La mayoría de este tipo de cerraduras es reversible. Es decir, valen indistintamente para puertas que abren a la derecha o a la izquierda. En función del nivel de seguridad que se quiera obtener, las cerraduras de empotrar pueden ser de las siguientes:
- Solo con resbalón. Lo que supone que al cerrarse la puerta, solo se asegura con el pestillo. Desde el interior se abre con la manilla y desde el exterior, con la manilla o el giro de la llave. Hay que tener en cuenta que este tipo de cerraduras, no son seguras.
- Con resbalón y cierres. Como suelen ser la mayoría de las cerraduras de puertas de exterior. Además del resbalón que se acciona desde el interior mediante la manilla, incluyen uno o varios cierres que se accionan al girar la llave.
- Con resbalón, cierre y seguro. Este tipo de cerraduras, cuentan con los elementos anteriores y un seguro que solo se puede abrir desde dentro, evitando que alguien que tenga la llave pueda abrir desde fuera.
- Mecanismo antipánico. Algunos modelos de cerradura se abre y cierran con llave desde fuera, mientras que por dentro, se cierran mediante un botón de giro. Este mecanismo permite que en caso de emergencia, se pueda abrir con llave desde fuera, ya que la mayoría de las cerraduras no pueden abrirse desde el exterior, su dentro hay llaves puestas.
En cuanto a las cerraduras de superficie, podemos decir que se trata de las cerraduras que se instalan en la superficie atornillada en la cara interior de la puerta. Su cerradero, por igual, se atornilla pero en la cara externa del marco de la puerta. Existen diferentes tipos, entre los cuales puede incluirse cuadradillo y usar la manilla para abrir el pestillo o accionarlo mediante un gancho lateral. Los tipos que podemos encontrar son los siguientes:
- Estas cerraduras incluyen pestillo y un único cierre en forma de petaca, accionado por el giro de la llave.
- En este caso, bajo el pestillo se incluyen varios cierres den forma de bulones, los cuales se accione girando la llave. Por lo general, estas cerraduras cuentan con entre tres y cinco cierres en forma de bulón, pero siempre salen del mismo punto de la cerradura, alejándose lateralmente en el cerradero. Lo que supone un único punto de seguridad con varios cierres.
- Esta cerradura permite contar con varios puntos, se cierra en diferentes lugares de la puerta. Por lo general uno superior y otro inferior. Cierran en varios puntos de la puerta, normalmente arriba y abajo y en el lateral con uno o varios cierres.
Un aspecto que hay que tener muy presente a la hora de elegir una cerradura de empotrar sin que haya que alterar la puerta, es la medida. Asegurarse de tomar bien las medidas del hueco de la cerradura y las distancias de los orificios, es fundamental para que la manilla y el bombín coincidan en la chapa de la puerta. En el caso de las cerraduras de superficie, son perfectas cuando hay que cambiar una cerradura empotrada y no existe un modelo que encaje en el hueco, lo que evita alterar la puerta.
Por lo tanto, antes de elegir una cerradura, hay que tomar las medidas de la que va a ser sustituida. Para las cerraduras de empotrar hay que utilizar una que cuente con las mismas dimensiones. Si no coinciden y la puerta es de madera, se puede ajustar el hueco rebajándolo o rellenándolo con masilla. Hay que medir la profundidad de la caja, la altura, la distancia del frente al centro del bombín y la distancia entre ejes del centro del cuadradillo, la centro del bombín.
Para colocar una cerradura de sobreponer, las medidas necesarias son la altura de la caja, el ancho, la profundidad, la distancia entre ejes del centro del cuadradillo al centro del bombín y la distancia del frente de la caja al centro del bombín.
Poco más podemos añadir al respecto. Con toda esta información, llegado el caso, la elección de la mejor cerradura será, sin duda, más sencilla y adecuada.



