Cambios que puedes hacer en tu coche para personalizarlo.

ISOTIPO
Coche tuneado

Cambiar el motor, los faros o poner un atractivo vinilo en la carrocería son cambios que puedes realizar en tu vehículo para que se adapte más a tus gustos. Te comentamos estas y otras opciones que tienes a tu alcance.

Para muchos conductores, su coche es mucho más que un medio personal de transporte. Simboliza una pasión. En su cuidado y puesta a punto invierten tiempo y recursos. Es algo importante en sus vidas.

Con algunos cambios puedes transformar tu coche. Da igual que sea un coche usado, que llevas tiempo conduciéndolo, o que lo hayas comprado de segunda mano. Estas transformaciones hacen que sientas que conduces un coche nuevo.

A principios de este siglo se puso de moda el tuning. La acción de personalizar los coches por medio de algunas modificaciones que se hacían en un taller. Sin duda, programas de televisión como Gas Monkey influyeron en ello.

En este reality, el tejano Richard Rawlings recorría las calles en busca de coches clásicos, algunos de ellos en muy malas condiciones, que llevaba a su taller, donde un equipo de mecánicos, bastante creativos, dirigidos por Aaron, un pintoresco joven de barbas largas, conseguía transformarlos en vehículos personalizados.

El tuning causó furor entre los jóvenes seguidores de la cultura urbana. Muchos de ellos transformaban sus vehículos añadiéndoles alerones a la carrocería, instalando potentes equipos de música en su interior o colocando luces de neón sobre el techo.

Esta moda sobrevivió a la primera década del siglo. Si bien, ahora, tunear un coche es más discreto de lo que fue entonces. Aun así, muchos conductores intentan personalizar su vehículo para sentirse más identificados con él y para que les resulte más agradable la conducción.

Estas son algunas modificaciones que se hacen a los coches y que tú, si quieres, puedes encargarlas a un taller especializado.

Colocar un motor reconstruido.

Sustituir el motor original del coche por otro más potente o más eficiente es una acción que realizan algunos conductores que quieren personalizar su vehículo. No es un cambio visible, pero influye de manera determinante en la sensación que experimenta el conductor cuando se pone al volante. Después de todo, el motor es el corazón y el alma del coche.

Los motores reconstruidos son motores antiguos que se han restaurado o mejorado colocándoles piezas nuevas. Para ello, muchas veces, los mecánicos desmontan una a una las piezas del motor original, las limpian y lo vuelven a montar.

Muchos conductores que optan por cambiar el motor de su automóvil instalan motores reconstruidos porque son más económicos que los motores nuevos y porque ofrecen más opciones de personalización.

Los mecánicos de Mober, una tienda-taller de Requena (Valencia) especializados en el montaje y venta de motores reconstruidos y reacondicionados, señalan que estos motores tienen una vida útil igual o superior que la de un motor nuevo y una eficiencia, en cuanto al consumo de combustible, mayor que muchos de los motores que vienen de fábrica.

Instalar una suspensión deportiva.

Este es otro de los cambios habituales. Al cambiar la suspensión original por una regulable, que es la que utilizan los vehículos de competición, el coche parece más bajo, pero lo mejor de todo, es que se adapta mejor a las curvas y tiene un mayor agarre al asfalto.

Esta es una modificación idónea para los amantes de la conducción. Para los conductores que disfrutan manejando su automóvil y prefieren tener un control más preciso cuando se ponen al volante.

Esta suspensión permite graduar la altura del coche. Bajándola para mejorar la aerodinámica o subiéndola para sortear baches y bordillos. De esta manera, también estamos cuidando el suelo del chasis, el cual se siente protegido frente a las condiciones de la calzada.

La suspensión deportiva aumenta la estabilidad del vehículo. No sentimos esa sensación de que el coche se va hacia delante cuando frenamos de golpe. Esto permite al conductor controlar mejor el vehículo en las frenadas. Incrementando la seguridad de los ocupantes.

Aunque es una modificación frecuente, instalar una suspensión deportiva en un turismo es un trabajo delicado. Debe ser realizado por mecánicos expertos. Una mala regulación de la suspensión puede hacer incómoda la conducción.

Colocar un tubo de escape deportivo. 

Este es un clásico del tuning funcional. Ya se hacía antes incluso de que se utilizara el término “tuning”. Era habitual verlo en muchos coches en los años 80. Al cambiar el tubo de escape cambia el sonido del coche, pero también mejoramos la eficiencia del motor. Es más fácil expulsar los humos generados durante la combustión y, por tanto, el motor se ensucia menos y alarga su vida útil.

El Tiktoker Dani Fvck, que tiene un canal sobre mecánica en esta plataforma de videos, señala que cualquier componente que agreguemos a nuestro coche debemos homologarlo.

Para homologar un tubo de escape debe tener el mismo número de silenciadores o más que el que venía de fábrica. Esto se hace para reducir la contaminación acústica.

Iluminación.

El cambio de focos y lámparas exteriores del coche es otra de las modificaciones habituales. Aquí, lo más normal es sustituir las lámparas de origen por unas nuevas de tecnología led. La revista para coches Auto Bild dice que los faros led tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Respecto a las ventajas podemos destacar:

  • Tienen un menor consumo energético que los faros halógenos.
  • Tienen una vida útil más larga. Empiezan a perder intensidad a partir de las 20.000 horas de uso.
  • Son casi instantáneos.
  • No tienen pérdida de energía.
  • Generan una luz más blanca y brillante.
  • Mejoran la estética del vehículo.

En cuanto a los inconvenientes, cabría advertir que al generar menos calor, pueden ser menos efectivos para derretir la el hielo o la nieve. Lo cual puede provocar que el haz de luz sea menos intenso en condiciones meteorológicas adversas. También, cómo no, son más caros. Sin embargo, visto en perspectiva pueden representar un ahorro, ya que las luces led multiplican por 10 la durabilidad de los faros de xenón.

Tapicería e interior.

Las posibilidades que tenemos para cambiar el interior de un vehículo son de lo más variadas. Todo depende del dinero que queramos gastarnos en ello. Podemos desde cambiar el volante o añadir elementos al salpicadero, hasta cambiar la tapicería de los asientos, el forro interior de los techos y de las puertas o, directamente, cambiar los sillones.

La cabina es una de las partes del vehículo que más opciones de personalización tiene. Algo, que sin duda, contribuye a mejorar el confort del conductor y de los pasajeros.

Chapa y pintura.   

El aspecto exterior de la carrocería es otra de las partes que podemos transformar a nuestro gusto. Me refiero al color y a la decoración del coche, no tanto a su diseño.

Aunque no nos lo parezca, entre los mecánicos de chapa y pintura hay verdaderos artistas. Pueden decorar el exterior de tu coche con diseños impresionantes. Eso sí, depende de la modificación que le queramos hacer, tendremos que pagar un precio u otro. De entrada te adelanto que no va a ser barato.

Por otro lado, se ha puesto de actualidad la decoración con vinilos adhesivos. Es mucho más económica que la pintura. Este es el medio que utilizan muchos vehículos de empresa para rotularlos. Igual que se puede pegar al capot del coche o a las puertas, el nombre y el logo de la empresa, podemos adherir a la carrocería el diseño que nos guste.

Algunos fabricantes de vinilos para coches dan la opción de que podamos enviar un diseño propio en PNG y ellos lo adaptan al vehículo.

Cambio de ruedas.

Yo tenía un amigo en Bilbao, que ya en los años 90 cambió las ruedas originales de su coche y le colocó unos neumáticos más anchos con unas llantas deportivas. Era un forofo de los coches y, en cierto modo, una persona adelantada a su época.

En teoría, el cambio de ruedas es algo que podemos hacer; sin embargo, el fabricante de neumáticos Michelín advierte que es una transformación que tiene sus limitaciones.

Todo vehículo viene con un equipamiento de serie propuesto por el fabricante. Ahí aparecen una serie de opciones que son compatibles con el diseño del automóvil. En cuanto a las ruedas debemos ser bastante diligentes. No nos podemos salir de un margen de -2% y +1,5% del diámetro de la rueda original. Puesto que de lo contrario, comprometemos la estabilidad y seguridad del automóvil.

Unas ruedas demasiado anchas, que sobresalgan peligrosamente del contorno del coche, pueden dificultar su manejo.

Las ruedas de dimensiones diferentes a las originales nos darán una lectura errónea del cuentakilómetros. Lo cual, tampoco es bueno para controlar la velocidad.

Al colocar ruedas no homologadas nos arriesgamos a recibir multas de tráfico por mal equipamiento del vehículo, aumentamos los riesgos de seguridad y nos exponemos a que el seguro no nos proteja en caso de accidente.

Estas son cuestiones que debemos tener en cuenta si optamos por esta opción. De todos modos, como hemos visto, tenemos diferentes alternativas para adaptar nuestro vehículo a nuestro gusto.