La pintura como arte, no ha dejado de evolucionar desde aquellas pinturas rupestres de nuestros ancestros prehistóricos. Este arte primitivo, derivó con el paso del tiempo en una de las corrientes artísticas más relevantes. Pero no solo de arte de vale la pintura para formar parte de nuestro día a día. Como sucede con otras muchas cosas, la pintura es algo con lo que convivimos de forma tan cotidiana que, no reparamos en ella ni le damos mayor importancia, salvo que capte nuestra atención. Sea en forma de arte o como decoración.
Nuestros amigos de Artespray, a la vanguardia de todo lo referente a las manualidades, el arte y la pintura, nos han hecho un apunte al respecto de la tecnología y la pintura. Algo en lo que normalmente no nos paramos a pensar. ¿Existe tecnología en la pintura? La asociación que tenemos de la palabra tecnología, verdaderamente, se aleja mucho del arte, concretamente, de la pintura. No porque no caminen juntas que lo hacen. Simplemente, asociamos tecnología a otro tipo de cosas como los teléfonos móviles o toda suerte de aparatos electrónicos, cuya evolución roza lo inimaginable.
Sin embargo, la tecnología está en todo: desde la electrónica hasta los alimentos. Pasando, como no por la pintura. Tanto artística como industrial. A grandes rasgos, las pinturas, consisten en suspensiones formadas a partir de pigmentos visibles a simple vista, gracias al efecto que la luz produce en ellas. Para los profanos en la materia, la elaboración de pinturas, no requiere una gran inversión en maquinaria, pero si requiere una excelente habilidad para pesar y combinar los ingredientes necesarios para crear pinturas que den respuesta a cada necesidad del mercado.
Muchos materiales, han pasado por un proceso de investigación, manufactura y pruebas que determinan si el resultado final del artículo, es válido para cumplir una determinada finalidad. De esta manera, tras la investigación y el desarrollo que se lleva a cabo, surgen las diferentes pinturas de las que disponemos: solventes en agua, resistentes al calor o la humedad, exclusivas para piscinas, resistentes a la intemperie, etc.
Proceso de creación (fabricación de pinturas)
Como bien saben los entendidos, para entender como se realiza el proceso de fabricación de las pinturas, es necesario tener conocimientos básicos importantes. Todos ellos, relacionados directamente con las materias primas o compuestos que se utilizan para su elaboración.
Señalamos entonces los pigmentos que son los encargados de conferir el color de la pintura. Esta materia que se utiliza para la composición de la pintura, tiene que ver con la óptica en lo que a ciencia respecta. Cada color es, como todos sabemos, un haz de luz que se refleja gracias a la absorción de la misma. Para obtener el resultado pretendido, cada pigmento absorbe de forma selectiva, determinadas ondas de luz y, en función de su longitud, arroja un matiz diferente.
Otra de las materias primas que componen la pintura, son los aglutinantes que, sirven para fijar los pigmentos de las pinturas a las superficies en las que se aplican. Esto es posible, gracias a la capacidad que poseen de mezclarse, ser resistentes y, permitir el esparcimiento del barniz sobre cualquier superficie.
De otro lado, encontramos los solventes y los aditivos menores. Los primeros, son sustancias que se emplean para diluir los aglutinantes. Deben ser de consistencia líquida para que la pintura fluya y se aplique con facilidad. Lo segundos, son productos que se añaden con la finalidad de conferir lustrosidad, consistencia, capacidad de reflexión o retención de la luz y dan como resultado los diferentes tipos de pintura: tornasol, resistentes al agua, al fuego, los cambios climáticos, químicos, etc.
La innovación en el campo de la pintura, suele pasar desapercibida. Son numerosas las veces en las que tanto el trabajo de pintura, como el producto empleado para realizarlo, es pasado por alto. Son muy pocos los que se detienen a pensar en como se fabrican las pinturas, cuales son sus cualidades, que las hace únicas y diferentes, los beneficios que aportan unas u otras.
Aun así, lo cierto es que, con el paso del tiempo, merced a las nuevas tecnologías utilizadas dentro del sector de la fabricación, la pintura, ha pasado de ser un mero material para decorar superficies a uno que puede protegerlas e, incluso, purificar el aire.
Tenemos dos claros ejemplos de esto en las pinturas frías y las fotocatalíticas. En el primer caso, las nuevas tecnologías pueden aplicarse a la fabricación de pinturas. Los pigmentos fríos, minimizan la acumulación de calor sobre las superficies en las que se aplica y proporcionan un ambiente fresco en el interior de la vivienda u oficina. Esto se produce por efecto de la reducción de la absorción de la radiación solar. A su vez, preserva el estado del interior de los inmuebles y respeta el medio ambiente, por reducir las emisiones de CO2. Del mismo modo, contribuyen a un ahorro de energía entre otros beneficios.
Dentro de las pinturas fotocatalíticas, podemos decir que, se trata de una de las innovaciones de más reciente creación dentro del sector. Destaca frente al resto, por las numerosas ventajas que ofrece. Se trata de un tipo de pintura, denominado como inteligente que tiene la capacidad de convertir partículas orgánicas en compuestos más sencillos, empleando un proceso que se conoce como fotocatálisis. Al eliminar del aire los compuestos peligrosos y convertirlos en dióxido de carbono y agua, se impide que se adhieran a la superficie. Entre sus ventajas, se puede destacar su propiedad para purificar el aire eliminando toxinas potencialmente dañinas, neutralizar malos olores y deshacerse de contaminantes ambientales.
La industria encargada de la fabricación de pintura, no deja de innovar de la mano de sus investigadores científicos. En la investigación se hace hincapié en estar a la última y desarrollar las innovaciones de vanguardia en una clara apuesta por el futuro. De ahí que, cada día se utilicen menos químicos dañinos para el medio ambiente en su desarrollo. Razón por la cual la mayoría de los aglutinantes, pigmentos y aditivos menores, tienen su origen y procedencia en las plantas y minerales y los solventes, son a base de agua.
Lo último en pintura inteligente
Es posible que lo hayas oído, leído o visto. Pintura y tecnología unidas para dar como resultado superficies que cambian de color. Algo especialmente utilizado en el sector de la automoción, aunque también con aplicaciones en distintas superficies u objetos. Gracias a este tipo de pintura, se acabo el monocromo. Como por arte de magia, las pinturas que cambian de color, cambian de color.
Si, es cierto, las pinturas inteligentes, poseen la capacidad de cambiar de color una vez han sido aplicadas y, la superficie entra en contacto o se ve afectada por la incidencia de la luz (natural o artificial), un cambio de temperatura, gotas de agua, electricidad o presión. Es posible, incluso, alterar un color con la mera utilización de un mando a distancia.
Para obtener este tipo de pintura capaz de cambiar de color, se produce una reorganización de la estructura molecular de un pigmento. Este tipo de pinturas fabricadas con tecnología microactiva, incorpora pigmentos inteligentes híbridos capaces de combinar iones metálicos con la flexibilidad de la materia molecular. Dicha modificación, hace que los pigmentos inteligentes, tras ser sometidos a alteraciones externas, generen un cambio de color en la superficie donde se ha aplicado la pintura.
A continuación, citaremos algunos de los tipos de pintura inteligente que podemos encontrar en el mercado.
- Pintura electroluminiscente. Se trata de un recubrimiento capaz de emitir luz. Esto es posible, gracias a la cantidad de fósforo que posee en su composición. El fósforo, posee a su vez, óxidos, silicatos y haluros que, al entrar en contacto con una corriente eléctrica, es capaz de generar luz. Para lograr que la pintura emita esa luz, es necesario que la superficie sea estimulada con un campo eléctrico continuo y de alta intensidad.
- Pintura tornasol, o camaleón, caracterizada por ser percibida de un color u otro, dependiendo del ángulo desde el que se observe la superficie. Se trata de una pintura con base al agua y nacarada que, aporta un efecto perlado a la superficie. Puede comercializarse en formato spray, aunque es adecuada para aplicarse con pistola. Un solo color puede ofrecer de dos a cinco tonalidades. Es muy recomendable en superficies metálicas.
- Pintura paramagnética. Esta innovación pictórica, cuenta con una tecnología que permite, con solo pulsar un botón, cambiar el color de la superficie. Antes de ser aplicada, la superficie es barnizada con un polímero especial que contiene partículas paramagnéticas de óxido de hierro. Una vez se conecta a la corriente eléctrica, las partículas, entran en movimiento, generando el cambio de color.
- Pintura fotocromática. Este tipo de pintura, intensifica su color cuando se expone a los rayos UV. En función de la cantidad de luz que reciba, se intensifican los colores que van de uno blanquecino y pálido a uno vivo y enérgico. El efecto se produce cuando la luz del sol, incide sobre la estructura molecular del material.
A parte de estas interesantes pinturas, podemos encontrar las termocrómaticas, cromoactivas con la presión o hidrocrómicas. Todas ellas, con unas características particulares en función de su aplicación. Como puede observarse, la pintura ha evolucionado. Más allá del temple, la pintura plástica o al agua, encontramos opciones, cada vez, más interesantes.