La familia es lo mejor que tenemos en esta vida, lo que más fuerzas nos puede dar para enfrentarnos a la rutina diaria en el trabajo y soliviantar todos los problemas que eso pueda traernos. Son muchas las personas que no valoran lo suficiente la importancia que tiene la familia en lo que a su vida respecta, y la verdad es que es una auténtica pena que así sea. La familia es una estructura que todo el mundo necesita en su vida y sin la cual no podremos experimentar algunos de los momentos más maravillosos que nos reserva la existencia.
Cuando en nuestra unidad familiar se encuentra un bebé, las ganas que tenemos de llegar a casa se multiplican por mil. Y no es para menos. No solo ocurre esto por el hecho de que sabemos que esa personita necesita protección, sino porque nos hace mucho más felices estar junto a él. Y eso no se puede pagar con dinero ni mucho menos. Mucha gente vive uno de los mejores episodios de su vida cuando tiene un hijo pequeño y la verdad es que no es para menos. Es algo en torno a lo que gira el proyecto de vida que tenemos entre manos.
Una noticia publicada en la página web Bebés y Más indicaba cuáles son 25 planes familiares para cuando una familia tiene a un hijo pequeño en su vivienda. Hay planes de todo tipo, como hacer una excursión en la naturaleza, acudir al cine, ir a conciertos, hacer manualidades, pasear por nuestro pueblo o ciudad, cocinar, visitar un museo, hacer una escape room, acudir a exposiciones y ferias… Planes hay para todos los gustos. Como suele decirse, el que se aburre es porque así lo quiere. No hay ninguna duda.
En otra página web, en concreto la de Psicología para Niños, se hace referencia a las actividades preferidas de los pequeños. Es cierto que esto va variando en función de la compañía con la que realizan las actividades: cuando están con sus padres, lo preferido, en un 59% de los casos, salir a pasar y acudir al cine. Si, por el contrario, realizan actividades con sus amigos, lo que prefieren es jugar fuera de la casa (61%). Finalmente, si su compañía son los hermanos o hermanas, jugar dentro de casa es lo que suele preferirse, en concreto en un 63% de los casos.
Sin embargo, nos estamos olvidando de una de las actividades que son más divertidas y que más ayudan a los más pequeños a estar felices con su entorno. Hablamos de lo que respecta a disfrazarse, que es una gran manera de divertirse y de la cual los pequeños y pequeñas disfrutan mucho cuando llegan festividades como el Carnaval o al Halloween. Y, además, se trata de algo muy positivo para su educación, porque ayuda a desarrollar un asunto como la empatía entre los más pequeños, una cualidad de la que, desde luego, hacen falta mayores dosis en el mundo en el que nos movemos ahora mismo.
Por fortuna, en España en los últimos años ha seguido creciendo la devoción que los niños y niñas de corta edad profesan por todo lo que tiene que ver Carnaval o Halloween. Y es que las generaciones de ahora son las que más disfrutan con sus nuevos disfraces. Es algo que nos han comentado los profesionales de La Casa de los Disfraces, que han seguido vendiendo este tipo de productos incluso en momentos económicos y sanitarios tan complicados como los de ahora. Esa es una buena señal: que haya niños que prefieran disfrazarse en lugar de permanecer delante de una tablet o un móvil siempre será motivo para la celebración.
Un motivo de disfrute que también es para los padres y madres
Ver disfrutar a los niños y niñas pequeñas es algo que hace sonreír, y de qué manera, a los padres y madres. Se trata de una de las cuestiones que hace que la felicidad sea una de las señas de identidad de las familias con niños pequeños. No cabe la menor duda de que eso hace que la familia goce de un ambiente que es inigualable y que hace que tener hijos e hijas pequeñas en casa sea una de las experiencias más maravillosas a las que nos podemos enfrentar en nuestra vida.
En un momento en el que la natalidad está descendiendo por culpa de todos los problemas que van asociados a tener un hijo o hija ahora (la falta de tiempo, el enorme coste de la vida ahora y un largo etcétera) es conveniente también reivindicar las cosas buenas que tiene formar una familia, muchas cosas más buenas que malas, ni que decir tiene.